Cuento una experiencia a modo de desahogo por frustración…
Caducaba el certificado electrónico de la empresa, así que, nada, entré en la web correspondiente y miré para renovarlo. Y aquí comenzó la aventura que quedó en nada, la cuento en seis pasos.
Paso uno. En la web se me informaba que no se podía renovar ahí, por haber pasado equis años y por no haberse creado en su momento en una oficina acreditada. Tenía que ir a una oficina acreditada. Vale.
Paso dos. Creía saber que en un ayuntamiento no podía ser, por oídas, claro, porque nadie te informa de estas cosas previamente. Fuí y, efectivamente, para una empresa había que ir a Hacienda. Vale.
Paso tres. Pedí cita, había hueco tres días después. Perdón por no nacer sabiendo, ya que en la web no aparece la documentación que se necesita para la renovación en una oficina. Por lo que preparé lo que estimé oportuno. Para nada.
Paso cuatro. Llego a la oficina y… «¿Código?». No, es que no me llega a dar un código, me pone bla, bla, bla. «¿Certificado del Registro Mercantil?». No, me lo apunto. «Sin código no hacemos nada, y sin certificado tampoco. Ah, no eres el administrador, necesitas un poder notarial». Venga, vale, gracias, adios.
Paso cinco. Lo intento de nuevo en la web, buscando el código. Pido ayuda externa… y bien, voy avanzando. Ya solo queda la otra documentación y tal, y pedir cita de nuevo en Hacienda. Vale.
Paso seis. Ahora lo sé, y no porque me lo dijeran en la web, ni en la oficina. No le tenía que haber dado a renovar, aunque lo que quiero es renovar, sino a solicitar. Cosas que voy aprendiendo sobre la marcha. Y me llega el código al correo y, oh sorpresa, la opción de descargar el certificado. ¿Eh? Pues sí, lo descargo.
En resumen, si hubiese entrado en la web y hubiese solicitado nuevo certificado, en 20 segundos introduzco el código, descargo el certificado y listo.
He pasado de que en Hacienda me indicaran cómo había que proceder, qué documentación debía llevar, incluido el poder notarial, a hacerlo en un minuto en la web dándole a un botón y rellenando dos datos.
No sé, yo creo que algo falla en todo esto, ¿no?
Aparte de mi ignorancia en algo tan, supuestamente, sencillo, tres días para ser atendido en Hacienda, documentación que me piden en ese momento y no antes, incluso visita a un notario, y explicación de cómo es la cosa; y después resulta que en un minuto, todo resuelto sin moverme de la silla.
En fin.